Jürgen Ureña mete garra a $hrek.
En algunos lugares se padecen epidemias devastadoras como el sarampión, el ébola o la fiebre amarilla; en otros padecemos la epidemia de las trilogías hollywoodenses. A estas alturas de la partida cinéfila, está claro que una película taquillera se convertirá en muy pocos años en lo mismo por triplicado: más canciones, más ocurrencias, más efectos, más dinero. Parece que la única ventaja en este caso es que los niños no caen brutalmente por millones, sino simplemente felices y embrutecidos, también por millones, claro. ¡Y después existen personas que no quieren el TLC!, a pesar de lo simpáticos y bienintencionados que resultan los asedios de nuestros vecinos del Norte. Un Shrek resultaba al menos ingenioso; tres $hreks son multitud olorosa a podrido. Nada nuevo en los pantanos de su majestad, la taquilla.
14 comentarios:
Ante usted inclino mi nariz.
Ante usted inclino mi sombrero.
Ante usted inclino mis coces.
Ante usted inclino mi sueño.
Ante usted inclino mi zapatilla.
Ante usted inclinamos nuestra colita.
Ante usted inclino mi caperuza.
ante usted inclino mi caquita.
ante usted inclino mi caquita.
Ante usted inclinamos nuestros deditos.
Ante usted inclino mi aullido.
Ante usted inclino mi hediondez y la de mi señora Fiona, pero eso nos dan muchos verdes ¡$$$!
Evelyn dirá: ¡eso es culpa del hombre de las mil personalidades! Ella sabrá
Evelyn dirá: ¡eso es culpa del hombre de las mil personalidades! Ella sabrá
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