Giacomelli con garras bucaneras
Piratas del Caribe 3: La fusión de aventuras, romance, fantasía, terror y comedia, da lugar a un revoltijo incoherente. Hasta la actuación de Johnny Depp, que en el primer capítulo era excéntrica y graciosa, se ha convertido en una triste rutina. En cuanto a Keith Richards, el legendario guitarrista de los Rolling Stones, su tan publicitada participación es corta e insignificante. Colosal, estruendosa y vacía, “Piratas del Caribe: en el fin del mundo” concreta un espectáculo chabacano, que no aburre, pero tampoco emociona. Calificación: 4 (Mario Giacomelli, La República).
1 comentarios:
Al pan, pan, y al vino, vino. Ke buena su crítica, ke yo la leí completa en la república, multi gracias.
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