viernes, 1 de junio de 2007

Giacomelli con garras bucaneras

Piratas del Caribe 3: La fusión de aventuras, romance, fantasía, terror y comedia, da lugar a un revoltijo incoherente. Hasta la actuación de Johnny Depp, que en el primer capítulo era excéntrica y graciosa, se ha convertido en una triste rutina. En cuanto a Keith Richards, el legendario guitarrista de los Rolling Stones, su tan publicitada participación es corta e insignificante. Colosal, estruendosa y vacía, “Piratas del Caribe: en el fin del mundo” concreta un espectáculo chabacano, que no aburre, pero tampoco emociona. Calificación: 4 (Mario Giacomelli, La República).

1 comentarios:

A las 2 de junio de 2007, 11:16 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Al pan, pan, y al vino, vino. Ke buena su crítica, ke yo la leí completa en la república, multi gracias.

 

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