viernes, 4 de mayo de 2007

Cine chino, garra y wílliam venegas


El ambiente escenográfico, la atmósfera, la recreación de época, las coreografías, los decorados y lo pictórico son sencillamente estupendos en la película china “La maldición de la flor dorada” (2006), dirigida por el inquietante y talentoso realizador Zhang Yimou. Estamos afirmando que se trata de una película donde el realizador Yimou tira y persigue, como buen cazador, para alcanzar una puesta en imágenes excepcional, visualmente formidable. En ese paradigma, se entreteje una insólita –por enigmática– tragedia. Aquí es cuando la trama, enriquecida con un buen guion del propio Zhang Yimou, en colaboración con Wu Nan y Bian Zhihong, se expresa con ardor. Es cine con garra; también con cierto misterio, donde está presente el exotismo trágico tan del romanticismo. Lo decía el realizador español Luis Buñuel, al hablar del buen cine: “El misterio es el elemento clave de toda obra de arte”. La correspondencia presente entre ambos y tradicionales espacios (forma y contenido) es eslabón de una cadena férrea: riqueza estética y voltaje dramático. Sentimos que esta es una película pensada con calma, pero cuyo carácter se ha templado en la tormenta, como aquella expresión de Goethe: “El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad”. El argumento pudo haberse quedado en melodrama, pero no. Se llena de pasión para ir a lo más intenso de la conducta humana, para mostrar acontecimientos marcados por el determinismo: es el sino de cada personaje. Es lo inevitable. La trama se desarrolla alrededor del siglo X, en la Ciudad Prohibida de China, fortaleza del emperador Ping, quien reúne a su familia para celebrar el acostumbrado y exquisito Festival de los Crisantemos. Sin embargo, ello se convertirá en estímulo que lanza a cada personaje a la tragedia, con tonos operísticos; pero el director Yimou mantiene el control de los actores, saca lo mejor de ellos, los torna convincentes y creíbles: ¡extraordinaria la actriz Gong Li! (Wílliam Venegas, La Nación).

3 comentarios:

A las 5 de mayo de 2007, 14:31 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Asi me gusta don William. Esta es una película sublime de un caracter visual enriquecedor y con una trama profunda, que para muchos parece el culebron de la tarde. Pero esto es simplemente porque no hven mas allá de su nariz, bastante respingada por cierto.
Falto alabar el histrionismo bárbaro de Chow Yung Fat

 
A las 9 de mayo de 2007, 11:45 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Aunque aún no me he dado el gusto de ver "La Maldición de la Flor Dorada", he tenido el privilegio de ver las dos anteriores de Zhang Yimou: "Heroe" y "La Casa de las Dagas Voladoras".

Teniendo una idea del estilo de este chino, podríamos suponer que para esta película va más o menos por el mismo camino de sus antecesoras, mejorando como se opina. Son películas sublimes en su colorido, entorno, sus escenas de batalla y su fascinantes historias con los giros inesperados que esta da.

Hay gente que criticaría mal sus secuencias de artes marciales, como muy exageradas. Pero más bien es lo que ayuda a las películas de Zhang Yimou se tan artísticas; que ambientándo estas en épocas de la historia China, hacen que estas se conviertan en el relato de un mito. No caen en las locas patadas de Jackie Chang o Jet Li (actor principal de Héroe).

Música, vestuario y escenografía son el deleite para quienes nos fascinamos fácilmente de la cultura oriental.

Cuando Hollywood flaquea, la mira va a oriente.

 
A las 9 de mayo de 2007, 14:37 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Tiene razón Marco Méndez, ojalá pueda ver la película Sorgo Rojo.

 

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