jueves, 1 de febrero de 2007

En Las Garras de Cesar Delgado

Una mezcla de sentimientos me recorrieron al finalizar de ver Babel, sentí la rica sensación que te da cuando estas frente a una obra de arte, ese sentimiento inexplicable que te toca las vísceras y te deja algo vació por el torbellino de emociones que te removieron hasta el ultimo de tus sentidos. Tuve que meterme al cine otra vez para poder ordenar ideas y tratar de intelectualizar la premisa del finado equipo Arriaga/Iñarritu.
De las ultimas tres de Iñarritu, Babel se me presenta como la mas poderosa, la mas mediática (Sí, con todo y Brad Pitt incluido, grandioso papel), la mas universal, las mas digerible, la mas actual. Si bien es cierto se utiliza la misma formula aplicada en las dos ultimas entregas del afamado equipo, es en esta donde la forma no es el fondo de la película. El fondo, mas bien, es la condición humana como tal, con sus injusticias, racismos, incomprensiones culturales, espaciales y lingüísticas.
Acerca de la incomunicación plasmada como premisa móvil sobre los 4 continentes por las que viaja Babel, contiene una carga emotiva y actual sin precedentes. De ahí su éxito. Me parece grandioso y admirable el tratado del tema en Marruecos, donde el personaje de Pitt es el incomprendido no por los lugareños si no por su misma gente que lo abandona y lo juzga (La embajada y, sobre todo, los turistas del autobús). Me parece poco honestos decir que a los mexicanos (por alguien mas en este foro) se les manejan con estereotipos. De ninguna manera. Punto importante de la película es la intolerancia hacia las culturas foráneas. La mexicana busca por todos los medios delegar la responsabilidad de los niños a otros amigos sin ningún éxito, ante tal importancia (cultural, por supuesto, ya todos sabemos la importancia de los actos religiosos para los mexicanos) e impotencia, se decide llevar a los niños a través de la frontera. En muchos cursos de guión de afamados gurís, se habla de llevar a los personajes hasta las ultimas consecuencias hasta volver incoherentes e ilógicas sus acciones para el espectador. De la desesperación se han hecho cosas peores en la vida real. No es estereotipo del todo, es la vida misma.
Con respecto a lo que debió o no debió haber pasado en la película, sucede como en cualquier otra. Si nos pusiéramos a escribir lo que cada uno quisiera que pasara con la película en aquel o este momento determinado, creo que no habría espacio en la Web para dar rienda suelta a la imaginación. Hay que tomar en cuenta que en cada uno de nosotros hay un guionista o un director listo para arrancar al son de un disparo cinematográfico. Lo delicioso de esto es saborear la película como tal, sin ningún afán de querer modificarla. Te gusta o no. Punto final. Esto me lleva al siguiente punto ya discutido en el foro: La de las historias inconclusas.
Me parece que una de las virtudes de Babel es el dejar cabos sueltos, no de masticar, digerir y desechar la trama para el espectador. El cine como tal debe ser un arte de construcción realizador-espectador, debe dejar portillos para que la imaginación de quien lo mire tenga incidencia en el proceso creativo. Me parece de lo más egoísta pretender que la cinta lo haga todo por nosotros. Así se pretende un cine inteligente, de propuesta.
Es una lastima ver la disolvencia de este prospero equipo cinematográfico, pero como bien lo dice Iñarritu, es una separación necesaria para ambos en su evolución creativa. Ya a Arriaga se le ha visto sin Iñarritu, ver: Los tres entierros de Melquiades Estrada. Ganador de Cannes ahí, sin tener Alejandro que ver.
Espero que mi comentario alimente la discusión o aun mejor la reflexión ante esta maravilla del sétimo arte. Cesar Delgado

4 comentarios:

A las 1 de febrero de 2007, 17:02 , Blogger Julia Ardón ha dicho...

Totalmente de acuerdo. Uno ve o no ve cosas. Las entiendo o no las entiende. Todo trabajo creativo es legítimo e importante porque en él está el esfuerzo de una o varias personas tratando de decir algo. Si llega a una o a un millón de personas el mensaje no es el tema. Es que alguien lo intentó. Y en mi caso, como en el César, yo creo que los creadores, lo lograron.
Sin demérito de quien no sintió lo mismo.

A mi la película me parece importante. Y me encantan todas: amores perros, 21 gramos y esta, y por mi, que sigan la misma receta de las sincronías, que a mi me encanta buscarlas en mi propia vida y constantemente me las encuentro.
Inténtenlo y verán.

Nada es casualidad.

 
A las 2 de febrero de 2007, 8:27 , Blogger Eugenio García ha dicho...

Cuando un autor logra forjar un estilo se le acusa de seguir recetas o de repetirse y cuando presenta variedad de propuestas se le acusa de no tener estilo. Nunca se queda bien.

 
A las 2 de febrero de 2007, 9:40 , Blogger Julia Ardón ha dicho...

Exacto.

 
A las 2 de febrero de 2007, 15:58 , Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Salir y entrar de nuevo a la sala para entender la película! Mejor vaya al estadio, el futbol es más sencillo para entender.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio