lunes, 12 de febrero de 2007

Las garras de daniela trottier (Los niños del hombre)

Los niños del hombre

Inglaterra, 2027. Con su sucio paisaje urbano y su cosmopolitismo antiglamoroso donde la anarquía social estallabomba se ha vuelto pan de cada día, me dije que esta excelente película de ‘ciencia ficción’ tenía más de realidad que de ficción por dibujar un futuro en el umbral de nuestra época, como una cruda fotografía de lo que podría ser nuestro mundo.

Y naturalmente me vino a la mente el mundo postapocalíptico de Los 12 monos de Terry Gilliam con su antihéroe mal rasurado y afligido de una goma moral permanente (como también Neo en Matrix). Theo, el protagonista de Los niños del hombre, que vive cansinamente en una sociedad sin alma, inicia una carrera contra el tiempo para salvar a una mujer que encierra la fecundidad perdida del planeta, así como el personaje de Los 12 monos se afana en detener el virus letal liberado por terroristas. Ambas películas exhalan la total desesperanza de sociedades agotadas: mundos altamente contaminados, grandes migraciones de “ilegales” y su persecución, caos social dentro de un superestado policial.

El director mexicano Alfonso Cuarón le da un toque tercermundista enfantizando los aspectos inhumanos de la cacería de inmigrantes: inmensas jaulas, trenes-cárceles, centros de reclusión, perros policiales, maltratos y ejecuciones sumarias. De ahí la ironía de hacer descansar la salvación de toda la humanidad en una inmigrante que además de ser ilegal, es mujer y negra.

El look retro donde se mezcla tecnología ultramoderna con infraestructuras desvencijadas me trae a la memoria Brazil, poderoso intertexto cinematográfico para aquellos que ironizan sobre el “progreso” del hombre. La oficina donde trabaja Theo con sus hileras de computadoras enclenques es sin duda un guiño a los vetustos aparatejos del universo burócrata de Brazil. También el predominio de colores ocres, verduzcos e imágenes borrosas, dentro de una estética de lo “vetusto”, refleja este mundo agónico.

Otro paralelo interesante: la película Todo por amor (It’s all about love) (2003) del cineasta danés Thomas Vinterberg. Una historia de amor en un mundo enfermo donde la gente muere de soledad y cae como moscas en la calle, las escalinatas del metro, etc., bajo la mirada indiferente de los transeuntes que se cuidan de no tropezar con los cuerpos. En Los niños del hombre, vemos a Theo con paso tranquilo, su vaso de café en la mano, saliendo ileso de un negocio que acaba de volar en pedazos. Es solo otra bomba... Si Vinterberg enfoca los trastornos climáticos percibidos con frivolidad por una sociedad suicida, Cuarón insiste en la contaminación ambiental y la exclusión del otro dentro de un estado policial; pero ambos recrean con gran fuerza un futuro exacerbado nos envuelve y deja su marca.

Una palabra más y es sobre el virtuosismo de la cámara de Alfonso Cuarón, especialmente en estos dos planos secuencia: el primero cuando se filma el ataque de un automóvil desde adentro, con efectos hiperrealistas, y el segundo cuando la cámara rastrea al protagonista que va saltando entre los estallidos de un edificio en pleno bombardeo. Espectacular.



9 de febrero 2007

3 comentarios:

A las 12 de febrero de 2007, 10:51 , Blogger Julia Ardón ha dicho...

Una gran película, sin duda.
Sobre lo de "ciencia ficción"...no es tal, lo que ocurre ahí ocurre en los países en guerra. Es la guerra y así ha sido y es en muchas partes.
Lo de la esterilidad...eso sí, pero...pero...el otro día leí una cosa que me dejó los pelos de punta:
En España se ha notado que la fertilidad masculina ha descendido y si se mantienen los niveles, para el 2020 habrá disminuido como en un 30%...

raro...

me impresionó mucho.

 
A las 13 de febrero de 2007, 7:19 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Daniela: el problema que le veo a su comentario es que se pasa de erudición al comentar una película a puras comparaciones con otras que no todos hemos visto y ni estamos obligados a verlas. No quito que sea interesante pero reduce el espectro de lectores de este blog lleno de garras más que de garra.

 
A las 13 de febrero de 2007, 7:19 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Daniela: el problema que le veo a su comentario es que se pasa de erudición al comentar una película a puras comparaciones con otras que no todos hemos visto y ni estamos obligados a verlas. No quito que sea interesante pero reduce el espectro de lectores de este blog lleno de garras más que de garra.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio