martes, 27 de febrero de 2007

wílliam con garras Lejos del Mundo

Lejos del mundo (2003), del francés André Techiné. Se inicia con la invasión alemana a París (con tomas de documentales). Vemos cómo los parisinos huyen de bombardeos indiscriminados, entre ellos una joven madre, de nombre Odile. Al huir, ella protege a sus hijos: un muchachito y una niña. Los fugitivos son ametrallados por aviones alemanes. Un joven rapado, de 17 años de edad, llega a auxiliarlos. Se llama Yvan. Se encontrarán con una casa abandonada donde se refugiarán. La casa, oculta en el bosque, se convierte en lugar arcádico, mientras la realidad es cruda fuera de ahí. Las emociones surgen distintas en los personajes y se mutan sentimientos como la amistad, el cariño y la lealtad. En la joven madre, aflora la pasión reprimida desde la muerte de su esposo en la guerra. En esa casa solo existe un tiempo: el de sus habitantes; solo hay una soledad: la de los cuatro personajes; solo hay una amistad: la de todos; y solo hay un sexo: entre Odile e Yvan, lo vemos en acabadísima secuencia. Techiné se ofrece como director muy consciente de su arte, de ahí el sentido intimista que le impregna a la trama poco a poco, de ahí su juego entre lo lírico y lo dramático, entre lo apacible y lo trágico. Eso, más la extraordinaria actuación de Emmanuelle Béart.

1 comentarios:

A las 27 de febrero de 2007, 12:09 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Este tipo de cine resulta una visión muy distinta de lo que ofrece Hollywood sobre la guerra y aquí meto hasta las películas de Clint Eastwood, sobre todo la primera, que es puro diez con hueco, como decimos en Costa Rica.

 

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