jueves, 22 de marzo de 2007

Hárold mete sus garras con Apocalypto

El director Mel Gibson ha comprobado que su fórmula es exitosa. Lo hizo con “La Pasión de Cristo” y ahora con esta cinta. Primero apela a momentos importantes de la historia (no necesariamente apegada a la realidad). Segundo, mantiene los lenguajes o dialectos que en su momento los verdaderos protagonistas hablaron, y por último, despierta la controversia, la crítica y las opiniones encontradas. Esto da como resultado buenas taquillas y casi todos contentos. En su ficción, la cinta se ubica en una violenta civilización maya. La vida cotidiana de un poblado de indígenas cambia al ser capturados. Entre ellos se encuentra el protagonista principal, quien logra salvarse de ser sacrificado y luego debe escapar de sus captores en una emocionante huida por la selva. Su mujer embarazada y su hijo están en un pozo esperando ser rescatados. Los ingredientes del “chef Gibson” son: violencia y sangre en altas cantidades, pero esta vez “endulzada” por la venganza. Un poco de sentimiento y lágrimas, representados por la mujer embarazada y su hijo. Pero la mezcla da un buen sabor. La música es trepidante en perfecta coordinación con la tensión que se vive. La cinta no es un documental, así no debemos tomarla como referencia de la realidad. Es puro entretenimiento, bastante bueno. (Hárold Quesada comenta cine en el sitio www.tiazelmira.com , cuyo vínculo está a la derecha)

1 comentarios:

A las 24 de marzo de 2007, 8:40 , Anonymous Anónimo ha dicho...

En la entrega de los premios Áncora, el director de esta revista cultural, Víctor Hurtado, dijo esta frase que por exacta la incluyo aquí: "Mel Gibson es un psicópata".

 

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