sábado, 31 de marzo de 2007

La garra de Soley Bernal se "perfuma"

Estamos frente a un cine de narración poética y con singular estética visual, donde la cámara pasa a ser cómplice de la acción del asesino del “El Perfume”. La historia se encuentra con el realismo mágico y logra conectarnos con la extraña afición de un joven por capturar el perfume feromonal de las mujeres, que lo embriaga y obsesiona; y que lo convierte en asesino. Extraordinaria la participación de la filarmónica de Berlín que suman una exquisita música que baila al compás armonioso de la fotografía y el guion. Un cine de observación, de detalle, que transporta con éxito a la audiencia a “oler las fragancias, desde la butaca”, cosa inasequible; y que finalmente se enriquece con la profunda interpretación del joven Ben Wishaw (Jean Baptiste). (Soley Bernal, canal 11).

miércoles, 28 de marzo de 2007

“El perfume” a-garra a Érick Fallas.

No hay duda que el director alemán Tom Tykwer llega a su madurez con “El perfume”. Pese a tener la sombra de la exitosa novela, Tykwer nos entrega una cinta equilibrada, fluida y bastante original. El juego de montaje y fotografía para transmitirnos el poder del olfato del protagonista es estupendo. La extraordinaria ambientación nos lleva a ese París prerrevolucionario, sumido en la miseria y que a toda costa busca excesos, que nos remite a Dickens y a Victor Hugo. La banda sonora (el propio Tykwer participa) es de lujo, fusión de música coral electrónica y de melodías más clásicas. Realmente es una gran película, hecha con fineza, y donde el aporte de dos maravillosos actores, como lo son Dustin Hoffman y Alan Rickman, merece ser destacado. Por si les parece conocida, la bella pelirroja que hace de Laura interpretó a Wendy en la última versión de “Peter Pan”. La asistencia es obligatoria… ¡se pasará lista!

martes, 27 de marzo de 2007

Wílliam Venegas en garras de “El perfume”


Al terminar la proyección de la película “El perfume: Historia de un asesino”, uno tiene la sensación de haber visto una película total, con cuerpo, contundente, de un acabado magistral, de una textura inolvidable y de un desarrollo argumental tan complejo como coherente. Así les resumo la alta valoración que me genera este filme, más allá del agrado por el sétimo arte. No es asunto de si la película gusta o no. Es cuestión de rigor en el análisis valorativo. De ninguna manera valoro la fidelidad de la cinta a la novela escrita por Patrick Süskind. La película es estudio sobre la crueldad y sobre la obsesión. Para llevar ese estudio a extremos de la sensualidad enfermiza, el filme se acerca de manera superlativa a los módulos del mejor cine de terror, mientras se confunde con el drama. La atmósfera lograda es envolvente al darnos la Francia del siglo XVIII. La narración por sí sola desconcierta. Para lograrlo hay un magnífico uso del detalle, desde el comienzo hasta su inolvidable final. Desarrolla su historia de manera aplastante, pero sin moralinas. Su personaje está encarnado por el actor Ben Whishaw, quien logra una caracterización eximia de lo amoral, despiadado y confuso en la personalidad de Jean-Baptiste Grenouille. Junto a este actor, dos “monstruos” como Alan Rickman y Dustin Hoffman se mantienen firmes ante el pulso provocativo del director.

lunes, 26 de marzo de 2007

Érick Fallas echa garra a Gran Escuela

En una cartelera como la nuestra, donde predominan las cintas hollywoodenses, es de aplaudir encontrar filmes europeos, con temáticas y tratamientos completamente distintos a lo acostumbrado. El filme francés "La gran escuela", quizás peca de intelectual, pero a mucha honra. La historia nos lleva a una preparatoria elitista donde los jóvenes ricos son preparados para dominar las grandes empresas. En ese ambiente donde las apariencias dominan, el sexo llega a romper el esquema y nos deja ver el verdadero rostro de los protagonistas. Estos personajes no están preocupados por ser estrellas deportivas o tomar hasta reventar, sus inquietudes intelectuales los llevan a experimentar con el sexo de manera intensa, pero a la vez peligrosa. Esto porque el amor entra en juego y el doble filo de la navaja aparece. Todos quedarán heridos. La cinta plantea diálogos completamente existenciales, donde los protagonistas no discuten, debaten como si se tratara de un enfrentamiento entre Sartre y Freud. Lo anterior nos da un producto completamente francés, donde la sombra de la literatura por momentos domina la cinematografía. Al igual que en la comida gala, la película se convierte en uno de esos platos exóticos, que bien merecen ser probados.

jueves, 22 de marzo de 2007

Hárold mete sus garras con Apocalypto

El director Mel Gibson ha comprobado que su fórmula es exitosa. Lo hizo con “La Pasión de Cristo” y ahora con esta cinta. Primero apela a momentos importantes de la historia (no necesariamente apegada a la realidad). Segundo, mantiene los lenguajes o dialectos que en su momento los verdaderos protagonistas hablaron, y por último, despierta la controversia, la crítica y las opiniones encontradas. Esto da como resultado buenas taquillas y casi todos contentos. En su ficción, la cinta se ubica en una violenta civilización maya. La vida cotidiana de un poblado de indígenas cambia al ser capturados. Entre ellos se encuentra el protagonista principal, quien logra salvarse de ser sacrificado y luego debe escapar de sus captores en una emocionante huida por la selva. Su mujer embarazada y su hijo están en un pozo esperando ser rescatados. Los ingredientes del “chef Gibson” son: violencia y sangre en altas cantidades, pero esta vez “endulzada” por la venganza. Un poco de sentimiento y lágrimas, representados por la mujer embarazada y su hijo. Pero la mezcla da un buen sabor. La música es trepidante en perfecta coordinación con la tensión que se vive. La cinta no es un documental, así no debemos tomarla como referencia de la realidad. Es puro entretenimiento, bastante bueno. (Hárold Quesada comenta cine en el sitio www.tiazelmira.com , cuyo vínculo está a la derecha)

lunes, 19 de marzo de 2007

La garra de Soley Bernal sobre Apocalypto

Mel Gibson, trae un relato de ficción, condimentado de acción y aventura en medio de un momento histórico del imperio Maya. Una cinta intensa y con frenético ritmo, que cuenta la travesía de un joven valiente (Rudy Youngblood) el cual es capturado con su tribu, haciendo uso de la brutalidad. Acción subrayada por el filme, dando paso a un relato realista, que maneja las escenas de sangre necesarias, (como un medio, no como fin), pero que al final ha divido la opinión del público y de la crítica.
Para disfrutarla sin problema, es elemental discernir que no es un relato biográfico, no es un documental educativo, ni científico; esta clasificado en el género de aventura épica, por lo que no se centra en exponer los logros de la cultura maya, ni expone con claridad los motivos de su derrumbamiento, en cambio brinda un relato de ficción, que muestra pequeñas pinceladas de los rasgos culturales de este imperio y que tiene una buena cuota de arte, fotografía y una cinematografía con el sello Gibson. Lo que es indiscutible es su habilidad de exhibir lo más brutal de una historia y tocar a la audiencia en sus emociones más susceptibles.
Gibson, continúa con proyectos en Latinoamérica, próximamente uno sobre el conquistador “Hernán Cortés”.

Soley Bernal
Crítica de Cine
Repretel

domingo, 18 de marzo de 2007

De Apocalypto a Conquistadores, según Érick

Al igual que "Apocalypto", "Los conquistadores" se trata de una fábula de acción sobre culturas indígenas. Las secuencias de peleas y persecuciones son lo suficientemente buenas como para que la película no caiga en el aburrimiento total. No hay profundidad, ni grandes pretensiones; los personajes no se profundizan más allá de la acción misma. "Conquistadores" sí deja claro, en su oscura moraleja, es que sin la "intervención divina" del europeo, el pueblo indígena no hubiera sobrevivido. Al final la cinta no disgusta, pero con muy poco hubiera sido mejor.

sábado, 17 de marzo de 2007

Mario Giacomelli saca garras con Apocalypto

Por su forma de pintar a los mayas como seres crueles y sanguinarios, Mel Gibson ha sido objeto de duras críticas y acusaciones de falsedad histórica. En este sentido, cabe señalar que este largometraje no pretende ofrecer un compendio de la cultura maya y sus logros. No se trata de un documental antropológico, sino de una cinta de acción de Hollywood, con todas las simplificaciones y las exageraciones del caso. Aún así, no puede ser tachada de mal intencionada o irrespetuosa, así como no se puede negar que las pirámides fueron construidas por esclavos y que en ella se realizaban sacrificios humanos. Los más eruditos podrían discutir sobre el grado de veracidad de la obra. Mientras, los cinéfilos disfrutan de dos horas abundantes de grandes emociones. (Las críticas de Giacomelli se leen los jueves en La República).

miércoles, 14 de marzo de 2007

Apocalypto en garras de wílliam venegas

El ‘gore’ es subgénero del terror que basa su eficacia visual con chorrotes de sangre, con cantidades perversas de órganos mutilados y con cuanto sirva para estimular bajos instintos. En algún momento el ‘gore’ tuvo humor negro y crítico. Ahora se trata de hacer cine grosero y Mel Gibson se esfuerza por pasarlo como obra de arte. El señor Gibson saca bien la faena de narrar con imágenes ‘gore’ y con buen trabajo en la sala de montaje, a él no le importa manosear historias. La cultura maya/azteca ha sido esta vez la víctima. El escritor mexicano de origen maya, Jorge Miguel Cocom Pech, ha dicho: “La película es una porquería, más que el reflejo de la cultura maya es un reflejo de la violencia estadounidense”. Mel Gibson degrada a los mayas. Su mirada es propia de un advenedizo o de un pirata, ¿entendible si vemos la película como ficción? Entonces, ¿para qué introdujo ese importante gesto de verosimilitud, como lo es el habla maya en los personajes? Este recurso busca pasarnos la ficción como real, evidente con el final de la película. El final muestra la llegada de los españoles, con sacerdotes en sus botes. La moraleja de Gibson, católico fundamentalista, está clarita: “llegaron los civilizadores sobre la barbarie indígena, traen su cultura, su religión y su modernidad”. Así, por más bien hecha que esté Apocalypto, precisamente por eso, debemos desenmascarar su “arte”, porque toda estética comporta una ética y que alguien se lo diga al tal Gibson.

lunes, 12 de marzo de 2007

Harold Quesada "a GARRA do" con Ghost Rider

Ya el director Mark Steven Jonson había demostrado que no era muy capaz para llevar al cine, la magia de Marvel. “Daredevil” es bastante mala (Ben Affleck tiene su parte) y aunque mejoró un poco en “Elektra” (por la belleza de Jennifer Garner, tal vez), no fue suficiente. Esta vez de nuevo falla con creces.
La magia de las historietas es que usamos nuestra imaginación para crear voces, sonidos, entornos e intenciones, de los personajes que solo vemos en dibujo. Esa imaginación, maximizada, es la que se debe de tener para lograr que una película basada en ellas, logre un efecto positivo en el espectador.

Pero esta vez, Nicolas Cage pone la cara y hace el papel más sonso de su carrera. La actriz Eva Mendes no demuestra ningún atributo destacable, salvo que no hay escena en que no aparezca con su sensual escote... y nada más. Tiene escaso humor y lo basa en varios clichés. La música pasa desapercibida y el guión es insulso. Su ritmo es incongruente y mejor no sigamos. Algunos efectos sacan a flote la cinta, pero el mismo fuego de su personaje la vuelve a incendiar. Insalvable.

Es mil veces mejor el prólogo de la misma. Cuando lo vi, sin duda despertó la ansiedad por no perdérsela. Deberían otorgar un premio de la Academia a los encargados de vender un largometraje en pocos minutos, pues en la mayoría de los casos, nos presentan las películas por venir mucho mejores de lo que en realidad son.

domingo, 11 de marzo de 2007

Wílliam Venegas y Un destino compartido

Escribir un diario es saludable si se hace con sinceridad. Sin embargo, esa sinceridad es bumerán cuando el diario cae en malas manos, como sucede en la trama del filme Un destino compartido (2006), dirigido por Mike Binder, con el subtítulo de El diario de un ejecutivo. Es lo que le sucede a Jack, personaje de esta película, precisamente cuando su esposa le confiesa, entre lágrimas, que ella lo ama mucho, pero que ha estado haciendo el amor con otro, con el mejor cliente de su esposo. El filme maneja bien los recuerdos del personaje al escribir su diario, con creatividad, con sentido de oportunidad y con eficacia visual. Sin embargo, el guion resulta torpe, vacío de talento y de originalidad. Como comedia, parece un chiste mal contado. Para empeorar las cosas, el actor Ben Affleck se comporta como siempre: ¡es tan mal actor!, así de inexpresivo falso y poco capaz. ¡Al mal torero, hasta los cuernos le molestan!

viernes, 9 de marzo de 2007

Apocalypto en garras de Érick Fallas



Mel Gibson es un director bastante particular. Con “La Pasión” ya nos demostró que se mete con temas engavetados, por los que nadie da un cinco. Al margen de que la cinta sea o no un panfleto religioso, es admirable que un realizador de Hollywood, pese a su nacionalidad australiana, haga una película en hebreo y arameo y exija que no se doble a ningún idioma. Con “Apocalipto”, Gibson se sumerge en el mundo maya y azteca, con una historia simple pero muy bien narrada. La ambientación es muy buena y quizás el único detalle o error, sea que tomaron a la pantera negra como un jaguar (las panteras solo habitan en la India). Las actuaciones son cuidadas y el respeto por el lenguaje maya es gran logro. A esto se le suma una estupenda banda sonora de James Horner. La fábula de la historia, de un imperio en decadencia invadido por otro, se asemeja a otra situación bastante actual, con un “vecino” del Norte. Queda recomendada.

Giacomelli se agarra con Vengador Fantasma

El Vengador Fantasma (Ghost Rider) se convierte a menudo en una innoble payasada. Lo único que se salva del desastre general es la elaboración de trucos digitales, que ofrecen una precisa rendición visual de este extraño antihéroe, tal y como lo concibieron en 1972 Ray Thomas, Gary Friedrich y Mike Ploog. Hace tan solo un decenio, habría sido inconcebible lleva a “Ghost Rider” a la pantalla. Hoy, la tecnología lo hace posible, pero la ineptitud de los artistas involucrados vanifica toda la operación. ¡Qué desperdicio!

domingo, 4 de marzo de 2007

Wílliam (a)garra(do) por La Reina




El ingenio mordaz es avasallador. Es la característica de la película inglesa La reina (2006), con la extraordinaria actuación de Helen Mirren como la reina Isabel II. La trama sucede a partir de dos hechos que van a meter alfileres en la concordia de la monarquía inglesa. Uno es la muerte de la princesa Diana. El otro es la elección de un primer ministro laborista: Tony Blair. Todo se muestra con un humor tan inteligente como cáustico, corrosivo, mordiente, venenoso, sulfuroso y demás sinónimos, mérito del guionista Peter Morgan. El director Stephen Frears cumple con lo suyo sin caer en sentimentalismos inútiles. El carácter parasitario de la monarquía queda denunciado: es un sistema político con olor a naftalina, apolillado, mohoso e innecesario. Vemos cómo, paradójicamente, el salvador de ese sistema es el propio Tony Blair, pese a la claridad política de la esposa de este. La narración se mantiene documentada, fluida y con malicia.